Receta de Pabellón Criollo para Punta de Mata, Venezuela
El pabellón criollo es el plato tradicional por excelencia en Venezuela, representando una armonía de sabores que reflejan la historia y diversidad cultural del país. Compuesto por carne mechada, caraotas negras, arroz blanco y tajadas de plátano maduro, este plato tiene un simbolismo especial para muchas regiones, incluidas áreas como Punta de Mata, en el estado Monagas, donde se añaden a veces toques locales con sazones o ingredientes frescos de la región.
Ingredientes:
Para la carne mechada:
- 500g de falda de res o carne para desmechar
- 1 cebolla, picada en cubos pequeños
- 1 pimiento rojo, picado
- 2 dientes de ajo, finamente picados
- 2 tomates maduros, picados
- 1 hoja de laurel
- 2 cucharadas de pasta de tomate
- 2 cucharadas de aceite vegetal
- Sal y pimienta al gusto
Para las caraotas negras:
- 250g de caraotas negras (frijoles negros)
- 1 cebolla pequeña, finamente picada
- 2 dientes de ajo, machacados
- 1 pimiento verde, picado
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharada de azúcar (opcional)
- Sal y comino al gusto
Arroz blanco:
- 2 tazas de arroz blanco
- 4 tazas de agua
- 1 cucharada de aceite
- Sal al gusto
Para las tajadas:
- 2 plátanos maduros
- Aceite para freír
- Sal al gusto
Punta de Mata es una pequeña pero vibrante ciudad ubicada en el estado Monagas, al oriente de Venezuela. Conocida por su rica historia, cultura y belleza natural, Punta de Mata es un destino que ofrece una experiencia única para los viajeros que buscan explorar un lado menos conocido de Venezuela.
Preparación:
- Cocinar la carne: En una olla grande, cocina la carne con suficiente agua, sal y la hoja de laurel por alrededor de 1.5 a 2 horas, o hasta que esté tierna y fácil de desmechar. Desmenuza la carne con un tenedor y reserva el caldo.
- Preparar la carne mechada: En una sartén, calienta el aceite y sofríe la cebolla, el ajo, el pimiento y los tomates hasta que estén tiernos. Añade la carne desmechada, la pasta de tomate, y cocina a fuego medio, agregando un poco del caldo reservado para mantenerla jugosa. Cocina por 10-15 minutos y ajusta sal y pimienta.
- Preparar las caraotas negras: Remoja las caraotas en agua durante al menos 8 horas o toda la noche. Cocina en una olla a presión con suficiente agua hasta que estén blandas (alrededor de 30-40 minutos). En otra sartén, sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento hasta dorar. Añade las caraotas cocidas, el laurel, el comino y, si lo deseas, un toque de azúcar. Cocina a fuego lento por 20 minutos, ajustando la sal al final.
- Hacer el arroz: Lava el arroz bajo agua fría y escúrrelo bien. En una olla, calienta el aceite, añade el arroz y sofríe ligeramente. Agrega el agua, la sal y lleva a ebullición. Una vez hirviendo, reduce el fuego al mínimo, tapa la olla y deja cocinar por 15-20 minutos hasta que el arroz esté suave.
- Freír las tajadas: Pela los plátanos maduros y córtalos en tajadas largas. En una sartén con suficiente aceite caliente, fríelas hasta que estén doradas por ambos lados. Escurre en papel absorbente y añade una pizca de sal.
- Montaje: Sirve el pabellón criollo colocando un poco de carne mechada, caraotas negras, arroz blanco y las tajadas en el plato. Disfruta de esta representación culinaria venezolana.
Consejos de salud:
El pabellón criollo es un plato balanceado con proteínas, carbohidratos y grasas. Puedes hacer la versión más ligera utilizando menos aceite al cocinar la carne mechada y las caraotas, o incluso optar por asar las tajadas en lugar de freírlas. Las caraotas negras son ricas en fibra y hierro, lo que ayuda a mantener un sistema digestivo saludable y previene la anemia.
Contexto cultural:
En Punta de Mata, una ciudad energética y en crecimiento debido a la industria petrolera, el pabellón criollo sigue siendo un símbolo de identidad nacional, manteniendo sus sabores tradicionales. Es común que las familias preparen este plato los fines de semana, reuniéndose para disfrutar de una comida que une generaciones. Los ingredientes frescos de la región, como los plátanos, son un elemento clave en la frescura del plato. El pabellón criollo no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma, conectando a las personas con su tierra y sus raíces.