
Receta de Guasacaca al estilo Maturín, Venezuela
La guasacaca es una salsa tradicional venezolana, especialmente popular en las regiones orientales como Maturín. Se utiliza principalmente como acompañante de carnes a la parrilla, pero también es excelente con arepas, yuca frita o simplemente como un dip. A diferencia del guacamole mexicano, la guasacaca tiene una textura más líquida y un sabor único, gracias a la combinación de vinagre y aceite.
Ingredientes:
- 2 aguacates maduros
- 1 pimiento verde, picado
- 1 cebolla mediana, picada
- 1 diente de ajo
- 1 manojo de cilantro fresco
- 1 manojo pequeño de perejil fresco
- 1/4 taza de vinagre blanco
- 1/4 taza de aceite vegetal (preferiblemente de maíz o girasol)
- Sal y pimienta al gusto
- Jugo de 1 limón

Maturín es la capital del estado Monagas, ubicada en la región oriental de Venezuela. Es una ciudad rica en historia, cultura y belleza natural, y es conocida por su vibrante industria petrolera. Maturín es una ciudad en constante crecimiento y desarrollo, y es un destino turístico importante en Venezuela.
Preparación:
- En una licuadora o procesador de alimentos, coloca los aguacates, el pimiento verde, la cebolla, el ajo, el cilantro y el perejil.
- Agrega el vinagre, el aceite y el jugo de limón. Licúa hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
- Prueba la guasacaca y ajusta la sal y pimienta a tu gusto.
- Si prefieres una consistencia más líquida, puedes añadir un poco más de vinagre o agua.
- Sírvela fría o a temperatura ambiente como acompañamiento de carnes asadas, arepas o vegetales.
Consejos de salud:
La guasacaca es rica en grasas saludables gracias al aguacate, que proporciona ácido oleico, beneficioso para la salud cardiovascular. El cilantro y el perejil son excelentes fuentes de antioxidantes, mientras que el ajo puede mejorar la inmunidad y la salud del corazón. Optar por aceite vegetal de buena calidad, como el de girasol, también suma beneficios nutricionales.
Contexto cultural:
En Maturín, capital del estado Monagas, la guasacaca es una salsa esencial en las parrillas familiares y celebraciones al aire libre. Su versatilidad la ha convertido en un clásico de la gastronomía venezolana, adaptándose a diferentes ingredientes y estilos según la región. En el oriente del país, suele tener un toque más ácido, gracias al uso generoso de vinagre y limón, lo que equilibra perfectamente el sabor cremoso del aguacate.