Receta de Pizza Romana con Ingredientes Locales de la Basílica de San Pedro

Receta de Pizza Romana con Ingredientes Locales de la Basílica de San Pedro

La Pizza Romana es un estilo de pizza italiana originario de la ciudad de Roma, Italia. Esta receta ha sido adaptada con ingredientes locales que uno podría encontrar cerca de la majestuosa Basílica de San Pedro en Ciudad del Vaticano, añadiendo un toque especial a esta tradicional comida. Aunque el Vaticano es una pequeña entidad, ofrece una rica variedad de productos frescos y de temporada.

Ingredientes:

• 250g de masa de pizza pre-hecha (o puede hacerla usted mismo)
• 1 tomate fresco, picado fino
• 100g de mozzarella fresca
• 1/2 cebolla dulce, finamente cortada
• 1/2 pimiento rojo, cortado en cubos pequeños
• 1 ramita de albahaca fresca, picada
• Sal y pimienta al gusto
• 1 cucharada de aceite de oliva

Preparación:

1. Precalienta el horno a 200°C (400°F) para pizzas. Si estás usando masa casera, extiéndela sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener un círculo de 10-12 pulgadas (25-30 cm) de diámetro.
2. Extiende el tomate fresco uniformemente sobre la masa, dejando un borde sin cubrirlo para la base.
3. Agrega finamente cortada cebolla y pimiento rojo, salpimienta ligeramente y rocía con aceite de oliva.
4. Coloca los trozos de mozzarella fresca sobre los vegetales, asegurándote de que cubra bien la superficie.
5. Riega con un poco de albahaca picada justo antes de hornear para impregnar los demás ingredientes de su sabor característico.
6. Cubre la pizza con una rejilla o papel aluminio y hornea durante 10-12 minutos, o hasta que la mozzarella esté derretida y el tomate cocinado.

Consejos de salud:

Esta pizza es saludable debido a su uso de ingredientes frescos y locales. La cebolla y el pimiento aportan fibra, mientras que la mozzarella ofrece proteínas y calcio. Asegúrate de ajustar la sal según tus preferencias y necesidades dietéticas.

Contexto cultural:

La Basílica de San Pedro es un ícono espiritual y arquitectónico del Vaticano, un microcosmos de cultura y tradición. La preparación de este plato en su entorno refleja el uso de ingredientes locales que, aunque simples, son fundamentales para la cocina italiana. Al combinar estos productos frescos con el legado culinario de la Pizza Romana, se crea un homenaje a ambos mundos: espiritual y gastronómico.