
Receta de Shortbread Escocesa con Mermelada de Frambuesa de Edimburgo
Shortbread es un tipo de galleta tradicional escocesa, conocida por su textura crujiente y sabor a mantequilla. Esta versión especial incorpora una mermelada casera de frambuesa, un ingrediente que agrega un toque distintivo de Edimburgo, la capital histórica y cultural de Escocia. Perfecto para disfrutar con un té o café, este shortbread es ideal para ocasiones especiales o simplemente como un placer cotidiano.
Ingredientes:
- 250g de mantequilla, a temperatura ambiente
- 100g de azúcar blanco
- 200g de harina tamizada
- Una pizca de sal
- 1 huevo para la pinceladura (opcional)
- Mermelada de frambuesa casera o comprada (para servir)
Preparación:
- Precalienta el horno a 180°C (350°F). Enmantecada un molde para galletas o una bandeja de horno con mantequilla y harina, y colócala en ella.
- En un bol grande, bate la mantequilla y el azúcar hasta que estén suaves y ligeros.
- Incorporad la sal y revuelve bien. Añade la harina de golpe y mezcla hasta que esté completamente integrada.
- Forma una bola con la masa y aplastala sobre la bandeja hasta alcanzar un grosor de aproximadamente 5 mm (0,2 pulg.). Si se desea, pincela con un huevo batido para obtener un acabado brillante.
- Hornea durante 15-20 minutos o hasta que la superficie esté dorada. Deja enfriar completamente sobre una rejilla antes de cortar en cuadrados pequeños.
- Sirve el shortbread con una cucharada generosa de mermelada de frambuesa casera o comprada, y disfruta de un pedazo de Edimburgo en tu plato.
Consejos de salud:
Este shortbread es rico en grasas saturadas debido a la mantequilla. Como cualquier postre, debe disfrutarse con moderación. La mermelada de frambuesa añade un toque saludable gracias a sus antioxidantes y vitaminas C, aunque también contiene azúcar.
Contexto cultural:
El shortbread es una parte integral de las tradiciones culinarias de Escocia. Su receta se ha transmitido de generación en generación, a menudo como regalo para amigos y familiares en ocasiones festivas. La adición de frambuesa, típica del verano escocés, hace que este shortbread sea un homenaje a la rica flora del país. En Edimburgo, los locales y visitantes pueden encontrar versiones de shortbread en pastelerías y panaderías, cada una con su toque personal.

Edinburgh, la capital de Escocia, es una ciudad que combina la belleza de su paisaje natural con una rica historia y una vibrante cultura. Con su impresionante arquitectura, sus fascinantes museos y su animada vida nocturna, Edinburgh ofrece una experiencia inolvidable para todos los visitantes.