
Tortada de Banyoles
La Tortada de Banyoles es un postre tradicional de la comarca del Pla de l’Estany, en Cataluña. Este bizcocho, originario del siglo XIX, se caracteriza por su textura suave y esponjosa, y su delicado sabor a almendra. Tradicionalmente, se elabora en un molde con forma de corona ondulada, lo que le confiere su apariencia distintiva. :contentReference[oaicite:0]{index=0}
Ingredientes:
- 6 huevos
- 180 g de azúcar
- 96 g de harina de almendra (almendra molida)
- 114 g de harina de repostería
- Ralladura de un limón (opcional)
- Azúcar glas para espolvorear
Preparación:
- Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde con forma de corona o un molde circular de unos 24 cm de diámetro.
- En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y de color pálido. Este paso es crucial para lograr la esponjosidad característica de la tortada.
- Incorpora la harina de almendra a la mezcla de huevos y azúcar, mezclando suavemente con una espátula para mantener el aire en la masa.
- Agrega la harina de repostería tamizada y, si lo deseas, la ralladura de limón. Mezcla con movimientos envolventes hasta obtener una masa homogénea.
- Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante 25-30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Deja enfriar la tortada en el molde durante unos 10 minutos antes de desmoldarla sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
- Una vez fría, espolvorea la superficie con azúcar glas antes de servir.
Consejos de salud:
La Tortada de Banyoles es una opción de postre que, al utilizar harina de almendra, aporta grasas saludables y proteínas. Sin embargo, debido a su contenido en azúcar y calorías, se recomienda consumirla con moderación, especialmente para personas con restricciones dietéticas o que buscan controlar su ingesta calórica. Para una versión más ligera, se puede reducir la cantidad de azúcar o utilizar edulcorantes naturales.
Contexto cultural:
La Tortada de Banyoles es un símbolo de la repostería catalana, especialmente en la región del Pla de l’Estany. Su origen se remonta al siglo XIX, y ha sido transmitida de generación en generación, convirtiéndose en un elemento esencial en celebraciones y festividades locales. Este bizcocho refleja la riqueza gastronómica de la zona y la importancia de mantener vivas las tradiciones culinarias. :contentReference[oaicite:1]{index=1}
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